Éste escrito fue una reflexión que dejé escrita en 1999 luego de lo que me pasó y que comento en "El Temor del Despertar", cuando decidí comenzar a batallar contra mi timidez
Un pensamiento ha
atravesado mi mente, un pensamiento que trizte me ha puesto, estaré
viviendo realmente, o es un sueño que terminará en cualquier
momento y del cual me lamentaré por no haber disfrutado más de un
bello sueño que podría haber sido un maravilloso sueño o un
pensamiento, el cual creo que puede ser un temor que me acecha, el de
que de repente abriré mis ojos pero ya no seré joven, estaré viejo
postrado en una cama, sin buenos recuerdos de cuando joven, no
recordaré a mis amigos (pues no los tuve), no recordaré anécdotas,
ni actividades del colegio, pues no me sucedieron y no participé en
ellos. Postrado, trizte de no haber hecho lo que mi corazón
realmente deseaba, haber compartido, amado, reído y llorado... pero
ya viejo no poder hacer nada para remediarlo, solo esperar
arrepentido, trizte y melancólico la muerte como esperando que
despierte de un sueño en el cual ya no puedo soñar, tan solo puedo
esperar que el sueño termine, sin poder hacer nada para embellecerlo
o mejorarlo.
Esto fue lo que me ha
motivado para algunas cosas, lo cual me alegra mucho pues estoy
viviendo un poco más cada día, y he conocido a una estrella bella
que me ha maravillado, pero que puede ser la estrella más chica,
para mí es como la Luna, y todas las estrellas se empequeñecen ante
ella, aunque en realidad, para otros ojos, solo sea otro punto de luz
en la inmensidad del universo.
“Tan cerca pero
lejana
y tal lejana pero
cerca,
estoy contigo pero sin
ti,
me alegra estar cerca
tuyo,
pero lejana pareces
estar de mí;
lejana puedes
encontrarte,
pero no tanto
como lo cerca
que
puedes llegar a estar”
“Me gustaría mis
lágrimas
poder votar
y en un regazo
mi cabeza apoyar”
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