Visitas

martes, 24 de agosto de 2010

Cuando empecé a leer a Pablo


Después de haber dado con el blog PABLOEXISTE, y sin la total seguridad de que correspondiera a Pablo Estrada, me dirigí a la entrada más antigua del blog y la leí, y al hacerlo podía imaginarme a mi profesor hablando, pues el escrito de cierta forma respondía a una imagen que inconscientemente me formé de él. Al otro día confirmé por un mensaje de facebook que le mandé a Pablo que efectivamente ese era su blog, pero como yo estaba a punto de partir rumbo a Manizales de retiro… copié 5 de sus entradas más antiguas en Word y las imprimí. Leí la primera de ocho hojas y las guarde en mi bolso junto a un par de libros – itinerario hacia Dios de Ignacio Larrañaga y Alexandros I de Valerio Massimo Manfredi -.

El primer texto que leí, la entrada más antigua del blog, titula “¿Por qué no? The Dark side Of The School”… donde expone que el único referente de lo que se escribe es él mismo (Pablo), que la auténtica escritura sólo puede surgir de lo que realmente se ha vivido, lo que se sabe, lo que se conoce… lo demás es una escapatoria, un sofisma de distracción (en ese momento … ¿será que en eso de “lo demás” van incluidos escritos como Harry Potter, Las crónicas de Narnia, los escritos de Tolkien, la Trilogía del Mundo de Tinta de Cornelia Funke, y otros que han sido parte de mi lectura y que son de mi agrado… Serán sofismas de distracción?... será verdad que ese tipo de literatura adormece y me ha hecho más estúpido???... podría ser posible…).


Voy en el bus rumbo a Manizales acordándome de lo que leí y acordándome de las clases del profe Pablo, y miro por “la ventanilla de bus” y veo mi reflejo que se mezcla con el paisaje… somos, soy el paisaje… qué coincidencia, “la ventanilla del bus”, con la diferencia que este bus no iba por el centro de la ciudad, sino por una carretera que, para variar (en Colombia), va en medio de una cordillera… Miro mi reflejo y veo que me devuelve una sonrisa cómplice… Qué pensaría Pablo si supiera que sus escritos bajados de internet e impresos por mí van junto al libro de Alexandros I, sofisma de distracción… pensar que competirán sus ocho páginas contra un libro de Valerio Massimo Manfredi… ¿Qué pensaría si lo supiera? ¿Qué diría?... quizás nada… pero a mí me causa cierta gracia y cierta inquietud esa situación… pero sigo pensando, meditando en el viaje… y mi reflejo sigue allí, en la ventanilla del bus… Somos el paisaje, soy paisaje, soy la realidad… ¿Será por eso que la auténtica escritura es la que surge de nosotros mismos, la que tiene como referente el yo?... puede ser… pero si hay una auténtica escritura, me pregunto si existirá una “auténtica lectura”… Será que toda lectura es auténtica?, o abran algunas que sean para el yo auténticas y otras no, o unas más auténticas que otras… O sólo la escritura es auténtica cuando está referida al yo, pero en la lectura eso es indiferente?... En realidad no lo sé, y por ahora tampoco indagaré sobre ello, pues “prefiero evitar la fatiga” por ahora, quizás vuelva sobre ello después, además de que en este momento no sabría como abordar el tema.


Habiendo llegado a Manizales he abierto mi bolso y he sacado el libro de Alexandros y las 8 páginas impresas y las he puesto sobre el escritorio… Las miro pensando que leer… Si Alexandros me adormece y me vuelve estúpido… será que Pablo me despertará de alguna forma?... y decidí dejar que Alexandros espere un tiempo… y leí y releí (y sigo leyendo) las hojas de Pablo… ¿Será que me despertarán? No lo sé, quizás es muy pronto para decirlo… pero hay algo que han hecho, y es moverme a escribir… quizás escribo bobadas, o quizás escribo mal… es muy posible… además, muchas veces cuando se comienza a despertar… se despierta atontado… sin saber que pasa, sin ubicarse, queriendo seguir adormecido… ¿Pues acaso no es placentero? Pues, sí… pero valdrá la pena?

Ahora sé que verdaderamente Pablo existe, y sé algo más… Gracias profe Pablo.

Y para los que se preguntan ¿quién es Pablo?, su apellido es Estrada… Pablo Estrada, mi profe de lenguaje por poco tiempo… aunque quizás ahora sea un compañero de camino, acompañándome con sus escritos, que si fueron escritos con el deseo o la necesidad de comunicar – como escritura auténtica aunque no sé si como lectura auténtica- … a mí me han comunicado algo… Pablo Existe… y yo también… Gracias profe Pablo

miércoles, 21 de julio de 2010

La noche que supe que Pablo Existe


Este año me inscribí a un curso de preparación para un examen del Estado colombiano llamado ICFES, un examen que normalmente lo realizan los estudiantes en su último año de colegio y yo, a mis 28 años, he de hacerlo pronto por un requisito de los estudios universitarios.

Entre las áreas a preparar para el examen estaba lenguaje, el profesor del área es – como fue presentado por el encargado del pre-icfes – un egresado de Literatura de la Nacional, escritor y promotor de eventos culturales… su nombre es Pablo.

La labor del profesor no era enseñarnos a escribir, ni darnos clases de literatura; su trabajo era enseñarnos a leer, bueno, más que eso, enseñarnos a entender, comprender e interpretar lo leído (porque no puedo decir que ninguno de los asistentes al pre-icfes no supiera leer). Desde un comienzo me llamó la atención su forma de hablar, de expresarse… conversaba con él entre clases preguntándole sobre algunas obras literarias y algunos autores… entre eso, me fue despertando la inquietud sobre que escribiría este – a mi parecer – llamativo e interesante profesor. Nunca le pregunté que tipo de escritos realizaba, pero si le pregunté que obras de él podían conseguirse… me nombró una, una antología… “Suenan voces”, la única que él creía podía conseguirse en librería… y me nombró también una revista donde se publicaban algunos de sus escritos, y me prometió traerme una la próxima clase para que yo la leyera… pero en ese momento yo no caí en cuenta que esa era mí última clase de lenguaje en el pre-icfes…

Por la noche en mi casa quise indagar sobre los escritos de mi profe, así que utilicé el medio más próximo y usado por mí, el internet… Con lo primero que di fue con una foto donde él aparecía, en otras páginas encontré breves reseñas sobre quién es él, pero en ninguna (que más bien era una sola copiada en diversos sitios… y probablemente escrita por Pablo) encontré información sobre sus escritos… Mientras seguía buscando, había dejado abierta la página que tenía su foto… mirando la página me percaté de la existencia de varios links… pero solo uno, por una corazonada, me llamó la atención… su nombre era PABLOEXISTE… Le di click y llegué a un blog, y lo primero que apareció a mis ojos fue la foto de una mujer con su pecho desnudo… imagen de cierta forma incómoda para mi falta de costumbre y a mi pudor, pero empecé a buscar en el blog algún indicio que confirmara mi corazonada… Di con unas fotos pequeñas… aparentemente eran fotos de mi profesor Pablo (digo “aparentemente”… porque las fotos eran pequeñas y yo que soy medio ciego aun con gafas… por lo cual no me atrevía a estar totalmente seguro que no fuese otro)… Después confirmé con mi profe vía el “cara de libro” (cómo decía un compañero), quiero decir por facebook, que sí era su blog…

Me remonté a la entrada más antigua del blog y comencé a leer…. Y…
y supe realmente que Pablo existe.

http://pabloexiste.blogspot.com/